jueves, 12 de julio de 2007

Y finalmente habrá clásico...

Y llegó la final teóricamente estrella que casi todos queríamos antes de comenzar esta Copa América. Brasil-Argentina. Con la albiceleste como clara favorita tras golear a México y con una Brasil que, a pesar de no estar haciéndolo nada bien, está ahí, ha pasado por penaltys ante la mejor Uruguay de toda la Copa América y seguro que pondrá en aprietos a la selección de Basile. Pero para conseguirlo tendrá que hacerlo mucho mejor que contra Uruguay, quien le tuvo contra las cuerdas demasiado tiempo. Cierto es que el resultado de Argentina también es excesivo, pues Argentina no mereció tanto. Pero las finales son para los cracks, así que si Robinho no se borra como contra Uruguay, Brasil tendrá sus oportunidades.

El Brasil-Uruguay fue un partido con más tensión que fútbol. El partido comenzó trabado, pero un tiro de Mineiro tras una buena jugada de Brasil, propició que el despeje de Carini fuese a parar a los pies de Maicon, que estaba sólo, y el interista adelantó a la canarinha en el marcador. Todo de cara para Brasil. Primera jugada, primer gol. Justo después se apagó un foco del estadio y se paró el partido, inexplicablemente porque se veía bien para jugar al fútbol, para reanudarse tras unos cuantos minutos intentando arreglarlo sin éxito, aunque a medida que pasaron los minutos se fueron encendiendo. Tras el parón, Uruguay decidió que no iba a marcharse sin morder, y por ello Recoba comenzó a intentar goles olímpicos, como marcó esta temporada en el Calcio, y Forlán también decidió demostrar por qué valió 21 millones de euros. Y entre jugada y jugada de los charrúas, llegó una jugada de Brasil en la que Robinho fue empujado por Lugano en lo que fue un claro penalty no señalado. Sólo 2 minutos más tarde, Forlán recoje un despeje de puños de Doni tras un córner y manda el balón al fondo de la portería brasileña. Pero poco le duró el fruto de su esfuerzo a los charrúas, porque 3 minutos después, Baptista remata ante la pasividad alarmante de la defensa uruguaya una falta desde la derecha. Con esto llegamos al descanso. La primera mitad no decepcionó. La segunda sí, porque no hubo ocasiones claras, y porque Uruguay empató en una jugada de fortuna y aislada, en la que el "loco" Abreu remató un pase o tiro(todavía no sabemos que quiso hacer Forlán) y puso el empate que, por lo visto en la primera mitad, Uruguay merecía. Pocos intentos por parte de ambos equipos, y ninguno muy claro. Así concluyó esta segunda mitad. En los penaltys Uruguay escribió otra página en su historia negra tras fallar Pablo García el penalty que les habría metido en la final y después Doni parar el último a Uruguay. Suerte ahora a Brasil en la final.

El México-Argentina pintaba muy muy bien, y no defraudó. Castillo, tras asegurarse que no estaría para el partido de hoy, jugó como titular y no lo hizo mal aunque tampoco fue su mejor partido. México no mereció irse así del torneo, pues no lo hizo mal y lanzó dos tiros a la madera. Argentina quizá comenzó un poco más enchufada y tuvo un par de ocasiones que erró el "apache" Tévez, muy activo esta noche aunque no marcó, pero fue Guardado, el nuevo jugador deportivista, quien tuvo la más clara en esta primera mitad. Recibió el balón, recortó en el área y tanto quiso ajustar el disparo que lo mandó a la cruceta. Fue la ocasión más clara de la primera mitad para México y la más clara de la primera parte(exceptuando el gol, claro). Pero cuando ya los espectadores se estaban levantando para ir a comprar en el descanso, Riquelme lanza desde la frontal y la pone en el segundo palo, donde Heinze marca con la espuela de manera semiacrobática. Se adelantaba la albiceleste gracias al fallo de la defensa méxicana y sobre todo gracias al fallo de Oswaldo Sánchez, que se quedó esperando el balón en vez de ir a por él y dejó la portería vacía. Grave error de Sánchez. En la segunda parte, México salió a por el partido y comenzó a dominar el esférico y a tener ocasiones claras, y sobre el minuto 10 de la segunda parte Nery Alberto Castillo, el mejor del torneo, tuvo la ocasión más clara de México tras un pase de Márquez que le dejó sólo frente a Abbondanzieri. El balón le cayó a su pierna derecha, y, a pesar de ser zurdo cerrado, enganchó bien el balón que volvió a golpear en la madera. Argentina estaba a merced del finalista de la CONCACAF, pero apareció Leo Messi en el vértice del área, tras pase de Tévez, para poner una vaselina preciosa, haciendo una parábola increíble, contra la que Oswaldo Sánchez nada pudo hacer. Tras esto, penalty muy muy muy riguroso, que pocos árbitros o sólo el que arbitraba ese día pitarían, yo nunca lo habría pitado porque es una obstrucción rigurosa en la que Tévez va a por Márquez más que Márquez obstruye a Tévez. Y Riquelme, decidido a quitarle protagonismo al gol de Messi, lo marca a lo panenka. México lo siguió intentando y Argentina contraatacando. Y así llegamos al final del partido. 0-3 injusto. México mereció mejor suerte en esos dos balones a la madera. Pero el fútbol muchas veces es así. Ahora suerte a la albiceleste en la final.

2 comentarios:

  1. Es la final soñada pero la final real debería haber sido México - Argentina. A mi pesar es bastante evidente que ganará Argentina, por fútbol más que nada. Porque si Brasil está ahí ha sido en buena parte por la gracia de Robinho y por suerte.
    Pero como ya se sabe, en las finales no hay nada escrito y todo es a cara o cruz.

    SALUDOS

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  2. Brasil vapuleó a una Argentina desfigurada seguramente por el primer gol de los brasileños....


    Saludos.

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